Donación de cebadores a la UCV – Proyectos beneficiados

por | Mar 9, 2021 | Compromiso | 0 Comentarios

Conscientes de las restricciones para acceder al comercio internacional, exacerbadas por la hiperinflación y la pandemia, hemos donado de cebadores para PCR a los laboratorios del Instituto de Biología Experimental (IBE) de la Universidad Central de Venezuela, en el marco del proyecto IBE Sigue Arriba. Fueron cinco los proyectos seleccionados para recibir la donación de 84 cebadores, los cuales fueron entregados en Enero de 2021. A continuación presentamos los proyectos en los que serán usados los reactivos:donacion cebadores ibe ucv persea

 

El exoproteoma del parásito de la leishmaniasis

Catherine Ramírez, Laboratorio de Fisiología de Membranas.

El exoproteoma son las proteínas extracelulares secretadas o exportadas por un organismo en un momento o etapa particular de su ciclo de vida. Se ha demostrado que el exoproteoma del parásito Leishmania es particularmente relevante para el establecimiento de infecciones. Análisis previos del exoproteoma por Leishmania infantum han sugerido que la expresión de las proteínas en las diferentes etapas metabólicas del parásito (amastigote y promastigote) son diferentes. Además, un porcentaje importante de estas proteínas parecen relacionarse con factores de virulencia.

Dichos factores determinan la gravedad de la enfermedad leishmaniasis. Un componente clave son un tipo de enzimas conocidas como proteasas. En los parásitos Leishmania, las cisteín proteasas son la clase más abundante de estas enzimas y participan en funciones vitales para el parásito. 

Con los cebadores recibidos, esta investigación buscará establecer diferencias entre los perfiles de proteínas expresados, particularmente entre las proteasas, de tres especies de Leishmania aisladas en Venezuela. Este estudio del exoproteoma del parásito de la leishmaniasis podrá definir potenciales blancos terapéuticos y/o diagnósticos específicos para cada especie.

Shigella, un patógeno de cuidado en el área alimentaria

Indira Pérez Valduciel, Centro Venezolano de Colección de Microorganismos.

Las enfermedades producidas por la ingesta de alimentos contaminados es un serio problema de salud pública. La Organización Mundial de la Salud las considera como el problema de salud pública más diseminado. Las enfermedades diarreicas son uno de los trastornos más frecuentes que se genera por la ingesta de estos alimentos contaminados. Se estima que se producen 1700 millones de casos al año.

La shigelosis o disentería bacilar es la enfermedad diarreica aguda ocasionada por las bacterias pertenecientes al género Shigella. Este género está conformado por cuatro especies: Shigella flexneri, Shigella sonnei, Shigella boydii y Shigella dysenteriae, siendo esta última una de las más patogénicas. La principal fuente de contagio de estas  especies es por la vía fecal-oral o por alimentos o aguas contaminadas por mala higiene de las manos y/o el material del personal que manipula estos alimentos. 

Estas bacterias requieren bajas dosis infectivas para causar infecciones, las cuales están caracterizadas por fiebres altas, dolor abdominal, trastornos neurológicos y diarreas sanguinolentas. A nivel mundial, ocurren 164,7 millones de episodios de diarrea y 600 mil muertes asociadas a Shigella. La morbilidad y mortalidad mayor en niños menores de cinco años y en  ancianos.

Shigella tiene la capacidad de perdurar en la superficie de alimentos durante largos periodos de tiempo. Además, son muy resistentes a antimicrobianos y pueden sobrevivir a los mecanismos de defensas del huésped. Por ello, es de vital importancia tener mecanismos de  supervisión, control y vigilancia epidemiológica de este patógeno.  

Los cebadores recibidos serán usados para identificar y caracterizar especies de Shigella aisladas de pacientes y compararlas con bacterias presentes en muestras de  alimentos. Esta metodología puede ayudar a controlar la extensión de patógenos, localizando el origen de futuros focos de infección.

Identificación molecular de papas andinas

Maira Oropeza, Laboratorio de Mejoramiento Vegetal.

La papa es el principal alimento de la región andina venezolana. La identificación de los cultivares de papa es de gran importancia para la producción y el manejo de semillas. Generalmente, dicha identificación está basada en características fenotípicas como la morfología del tubérculo, el tipo de hoja, el color de la flor y la apariencia  de los brotes. Sin embargo, la expresión de estas características varía con las condiciones ambientales o requiere de plantas o tubérculos maduros para su identificación veraz.

Además, en las últimas décadas, la multiplicación y conservación de la papa ha sido llevada a cabo mediante técnicas de cultivo in vitro. Bajo esta modalidad, el fenotipo puede verse  modificado y las plantas se mantienen jóvenes, por lo que los métodos clásicos de  identificación de variedades no se pueden aplicar. Por estas razones, es deseable una técnica  que pueda identificar los genotipos independientemente del estado de desarrollo de la planta  y de las condiciones de crecimiento.

El uso de marcadores moleculares (las huellas digitales del ADN) para la identificación de variedades es una herramienta importante en el manejo de bancos de semillas. Estos marcadores o huellas se pueden buscar en cualquier estado de desarrollo y en cualquier tejido de la planta. Existen varios tipos de marcadores moleculares que se han usado para identificar variedades de papa; entre ellos, los marcadores microsatélites o SSR (por sus siglas en inglés Simple Sequence Repeats) son uno de los más usados. Las secuencias SSR son detectadas por PCR con cebadores específicos. Los SSR son lo suficientemente conservados como para ser heredados por varias generaciones siguiendo las leyes de Mendel.

La Asociación de Productores Integrales del Páramo (PROINPA) estableció un banco de semillas donde resguardan 74 variedades de papa. Los cebadores recibidos serán utilizados para aplicar la técnica SSR para caracterizar todas las variedades de papa resguardadas en condiciones in vitro, en el banco de germoplasma de PROINPA. Conocer “las huellas digitales del ADN” es un paso clave para la conservación de la diversidad genética de las papas andinas.

Bioinsecticida para cultivos margariteños 

Roxana Gajardo, Laboratorio de Procesos Fermentativos.

En los últimos años se ha intensificado el empleo de insecticidas químicos en la agricultura. Esto ha generado un incremento de insectos resistentes que causan pérdidas de las cosechas y granos almacenados. El uso de estos insecticidas crea una serie de problemas para el medio ambiente. Se estima que en el año 2020 se usaron 3,5 millones de toneladas de insecticidas que llegaron a un destino diferente del buscado, incluyendo especies vegetales y animales, aire, agua, sedimentos de ríos, mares y alimentos. Esto trae como consecuencia la reducción de la biodiversidad, de la fijación de nitrógeno, el declive de polinizadores, la destrucción de hábitats y amenaza a especies en peligro  de extinción.

Como alternativa a los insecticidas químicos han surgido los bioinsecticidas dentro de los  programas de manejo integrado de plagas. La principal ventaja de los bioinsecticidas es que reducen significativamente el impacto sobre las especies que no son objeto de los tratamientos, incluyendo los seres humanos, y son una alternativa ecológicamente viable.

Dentro de las bacterias con propiedades insecticidas, Bacillus thuringiensis (Bt) es el  microorganismo más ampliamente usado como bioinsecticida. La importancia de la  implementación de bioinsecticidas basados en Bt se ve potenciada porque, además de atacar plagas agrícolas, posee capacidad insecticida contra algunos vectores de enfermedades tropicales. El poder radica en un cristal proteico (proteínas Cry) que la bacteria sintetiza. Para ejercer su efecto, el cristal debe ser ingerido por las larvas de los insectos sensibles. En el intestino de la larva, el cristal se disuelve y las toxinas activas provocan una parálisis del tracto digestivo hasta ocasionar la muerte del insecto.

La búsqueda de cepas autóctonas que produzcan nuevas proteínas Cry, con mayor potencial insecticida o un espectro de hospedadores más amplio que los actualmente conocidos es uno de los grandes esfuerzos actuales en el área de bioinsecticidas basados en Bt. En Venezuela, son escasas las investigaciones sobre Bt como bioinsecticida. Con los cebadores recibidos se podrá identificar molecularmente aislados bacterianos Bt del estado Nueva Esparta adaptados a las condiciones ambientales de la zona. Esto podría permitir a futuro formular bioinsecticidas específicos para el control de plagas en cultivos locales, como el de tomate o el de ají  margariteños.

Bacterias en teléfonos móviles en el personal de salud

Victoria Navas, Laboratorio de Biología de Plásmidos Bacterianos.

Los teléfonos móviles son dispositivos que han  tenido un impacto importante en nuestras vidas: desde una llamada o una operación bancaria, el compañero virtual en tiempos de ocio. En la práctica médica y paramédica, estos dispositivos también se han convertido en un aliado para la comunicación profesional. Por ejemplo, son importantes para el registro de la historia médica de los pacientes. Estas herramientas tecnológicas almacenadas en los teléfonos móviles han permitido su dispersión dentro de los centros de salud. No sólo por la cantidad de empleados de la salud que poseen un teléfono móvil, sino por los espacios de trabajo a los cuales se les ha dado la posibilidad  de utilizarlos, tales como: laboratorios, unidades de cuidados intensivos,  quirófanos y cuartos de recuperación.

Los teléfonos móviles representan un hábitat para la adherencia y crecimiento bacteriano, ya que poseen superficies con condiciones de humedad y temperatura propicias para la colonización bacteriana. La desventaja de la colonización bacteriana en teléfonos móviles pertenecientes al personal de salud es que estos dispositivos se convierten en un vehículo potencial de transmisión de bacterias. Ellas pueden causar contaminación cruzada entre el personal de salud, los pacientes y la comunidad, ya sea por el desplazamiento de los teléfonos móviles entre el centro de salud y la comunidad o dentro de distintas áreas del centro de salud. Este escenario desencadena la dispersión de bacterias potencialmente patógenas, planteándose la posibilidad de su transmisión entre individuos, a  través de los celulares contaminados. De hecho, se ha descrito la colonización de bacterias patógenas en teléfonos  móviles del personal de salud, tales como: Staphylococcus, Acinetobacter, Corynebacterium, Streptococci y bacterias Gram negativas resistentes a antibióticos.

En Venezuela no existen reportes sobre la prevalencia de contaminación bacteriana en los teléfonos móviles que pertenecen al personal de salud. Con los cebadores recibidos, se realizará la evaluación de la presencia de bacterias en teléfonos móviles en uso por una muestra del personal de salud de la Gran Caracas. Se espera proporcionar información científica acerca de la prevalencia de bacterias en los teléfonos móviles como posible factor de  impacto en la epidemiología de las enfermedades infecciosas. Esta información puede usarse para que la comunidad mejore la práctica cotidiana con respecto al uso de los teléfonos móviles, destacando la necesidad de implementar una higiene adecuada al mismo.

Donacion cebadores persea ibe ucv

Entrega de los cebadores donados. De izquierda a derecha: Maira Oropeza, Cristina Sanoja (IBESigueArriba), Victoria Navas, Catherine Ramírez, Roxana Gajardo e Indira Pérez

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