Ser microbiólogo significa estar rodeado, literalmente, de torres de placas de Petri que contienen cultivos de bacterias u hongos. Estas sencillísimas placas fueron inventadas a finales del siglo XIX y prácticamente no han cambiado su forma. Son unos platos de diez centímetros de diámetro con una pared de dos centímetros de altura. Ellos contienen el medio de cultivo que alimenta a los microbios, el cual es solidificado con agar (una suerte de gelatina). Encima va una tapa ligeramente más grande que calza perfectamente y minimiza el contacto con el aire exterior. Las placas de Petri son las principales herramientas de trabajo de la microbiología.
Cuando el cultivo crece sobre el agar, se desarrolla y se hace obvio a simple vista, las colonias bacterianas se usan después para muchas cosas. Pero el chequeo visual previo es clave. Un ojo experto sabe si un cultivo está contaminado, si es la cepa que crees que es, si es bacteria u hongo, etc. Un control de calidad a toda regla.
También, ese ojo experto y junto con una mente curiosa e imaginativa ve patrones que rememoran otros aspectos de la vida y la ciencia.
Esto es lo que me pasó con las 5 placas que verán a continuación. Los patrones de las colonias me cautivaron y me inspiraron para considerarlas como arte microbiano. Hay toda una moda (que me encanta) de hacer verdaderas obras arte usando placas de Petri y bacterias. Pero esto es distinto, esto es simplemente el crecimiento natural de 5 cultivos bacterianos, sin ninguna aspiración inicial de encontrar arte en ellos.
Ellas terminaron inspirándome mucho más que los objetivos iniciales de los experimentos en los que estuvieron involucradas. Y es que una de las cosas más bonitas de la ciencia es que va de la mano con el arte. Crear cosas bellas es lo que une a estas dos disciplinas aparentemente separadas. La capacidad de maravillarme en la cotidianidad de mi trabajo es algo muy emocionante, me hace feliz.
Para mi, la belleza de estas 5 placas es indiscutible. Pero ¿despiertan algún sentimiento similar en los demás? ¿O acaso una sensación de asco? ¿Qué sensación despiertan en cada uno de ustedes? ¿Cuál es la que más les gusta?
Vulcanus
Vulcanus, dios del fuego y los volcanes, forjaba las armas que posteriormente portaban a las batallas otros dioses y héroes de la mitología romana. Las colonias bacterianas de esta foto tienen forma de volcán. Son de la especie Bacillus, y ellas “forjan” algunos antibióticos que pudieran ayudarnos en las batallas modernas: las infecciones y la resistencia a los antibióticos. Son la representación microbiológica del dios romano.
Punto azul pálido
En 1990 la sonda espacial Voyager fotografió nuestro planeta desde una distancia de seis mil millones de kilómetros. Aquella imagen mostraba a la Tierra como un punto de luz azulada casi imperceptible. Esa mota era nuestro hogar. Esta fotografía, en cambio, muestra el hogar de una población de la bacteria Escherichia coli. La bacteria utilizada aquí fue manipulada genéticamente para formar puntos azules ante una determinada situación. Parece un ínfimo punto, pero, así como en la Tierra, hay un universo entero de conocimientos y evolución en cada punto azul pálido.
Glifo
Los glifos son representaciones gráficas de la escritura. Ellos han sido claves para nuestra comunicación y la evolución de las lenguas. Este cultivo bacteriano sobre una placa recuerda a un glifo maya o coreano o maorí. Es oportuna esta analogía para hacer notar que las bacterias tienen sus propios lenguajes de comunicación. Ellas liberan sustancias químicas que pueden ser detectadas y entendidas por bacterias vecinas. De esta forma, se ponen de acuerdo para sincronizar comportamientos como protección frente condiciones adversas, colonizar nuevos ambientes o infectar tejidos. Estas sustancias químicas de comunicación son sus glifos.
Yin Yang
El principio de dualidad del taoísmo tiene analogías en el mundo microbiano. Algunos microorganismos, como la bacteria de esta foto, tiene dos facetas. Ella habita naturalmente en las plantas, siempre está ahí sin hacer daño. Sin embargo, de un momento a otro, puede pasar de ser neutral a ser mala. El ambiente u otros microorganismos, o ambas cosas, parecen estar relacionados con este comportamiento dual.
Venus
El planeta Venus es el más caliente del sistema solar. La atmósfera es tan gruesa y densa que no permite observar su superficie. El arreglo de las colonias bacterianas de esta foto hace pensar en la atmósfera nubosa de Venus. Curiosamente, esta foto muestra el resultado de un proceso de sanitización que no funcionó. Estas bacterias resistieron detergentes y otras sustancias nocivas. Así como la atmósfera de Venus, estas bacterias son fuertes, resistentes y nos obligan a innovar nuevos métodos de exploración.
Los artistas y los científicos son creadores. Sus cerebros son especialmente imaginativos, creativos e innovadores. Sus ideas traspasan sus propias disciplinas y permean otras esferas de la naturaleza. Estas cinco placas evocaron pensamientos transversales que, como piezas de un puzle, se conjugaron y crearon esta colección de microbios artísticos.
AGRADECIMIENTOS
La Fundación Persea agradece la infinita generosidad de sus patrocinadores: Carlos Ortega Sr., Sobella Mejías, My fit body project, Vicente Di Clemente (Estrella Gigante Roja en Patreon) y Two Foton Art.
Excelentes fotografías de un hermosísima proceso honrado por el texto que nos lo explica.