Carolay Lobelo De Castro

Amamantar es una experiencia que supera el hecho de alimentar. El vínculo madre-hijo es mágico. Pero, ¿es solo eso? Acaso, ¿es el amor de su hijo lo único que la madre recibe?

Múltiples estudios prueban los beneficios orgánicos de la lactancia materna tanto para el bebé como para la madre. Sin embargo, las campañas de salud se enfocan en lo provechosa que es para el niño, restándole importancia a los beneficios que también supone para la madre. Este hecho refuerza la desinformación en las mujeres que optan por evitar la lactancia materna, viéndola como un sacrificio que solo aprovecha el bebe. 

Beneficios inmediatos para la madre

Una vez que la madre da a luz, su cuerpo clama por los efectos de las hormonas liberadas al lactar. Para reforzar la frase “hay más bendición en dar que en recibir”, desde las primeras succiones, la madre empieza a liberar hormonas necesarias para que el útero se contraiga hasta recuperar su tamaño normal. Aunque no todo es color de rosa, ya que estas contracciones (entuertos) son dolorosas, evitan que la madre muera a manos de una hemorragia postparto. 

Durante el periodo de lactancia, las hormonas liberadas en el cuerpo materno (prolactina y oxitocina) se encargan de mantener la producción y la eyección de la leche respectivamente. Para que esto ocurra, el cuerpo debe ser estimulado por señales nerviosas y hormonales; la succión del pezón y la areola envían un mensaje al sistema nervioso para que desde el hipotálamo y la glándula pituitaria se liberen estas hormonas a la sangre.

La oxitocina se relaciona con la conducta maternal y paternal. Por eso, es también llamada la molécula del amor y los mimos. Su producción depende de una retroalimentación positiva: a mayor estímulo mayor producción. La succión y el contacto físico son los estímulos necesarios para que el cuerpo materno libere grandes cantidades de oxitocina.  Es decir, la succión y los mimos nunca están de más. 

No solo el creciente amor y la disminución del estrés se deben a esta molécula; sus efectos a corto plazo van desde prevenir hemorragias e infecciones hasta reducir la depresión postparto. 

Ganancias de por vida

Después del destete, la madre se sigue beneficiando de haber amamantado. La evidencia muestra que las mujeres que han lactado tienen menos riesgo de desarrollar cáncer de seno, de útero y ovarios. 

La lactancia materna es, además, un factor protector contra enfermedades cardiovasculares y degenerativas; entre las que se destacan: la enfermedad de Alzheimer, la artritis reumatoide y la esclerosis múltiple. Estos beneficios dependen del tiempo de amamantamiento: a mayor tiempo de lactancia mayor es el efecto protector contra estas enfermedades.

Existen mitos en los que se relaciona al amamantamiento con la descalcificación materna. Aunque durante el periodo de lactancia hay una pérdida ósea del 4-7%, el cuerpo dispone de mecanismos compensatorios para restablecer los niveles de calcio. Por ejemplo, aumenta la absorción de calcio en el intestino y los riñones y ese calcio se moviliza a los huesos. Estos mecanismos permiten que después del destete, estas mujeres tengan una masa ósea mayor que quienes nunca han lactado. Por consiguiente, tienen un menor riesgo de padecer osteoporosis.

Por último, la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida y complementaria hasta los dos años o más. Es magnífico lo que esto puede hacer por el desarrollo integral de los lactantes y por la salud de la madre. Para promover esta práctica, la concienciación debe empezar a enfocarse en los beneficios bilaterales (madre e hijo) de la lactancia materna.

Lactar te protege de por vida.

Referencias

• del Ciampo, L., & del Ciampo, I. (2018). Breastfeeding and the Benefits of Lactation for Women’s Health. Revista Brasileira de Ginecologia e Obstetrícia / RBGO Gynecology and Obstetrics, 40(06), 354–359. https://doi.org/10.1055/s-0038-1657766
• Lactancia materna. (2019, November 11). WHO. Retrieved May 29, 2022, from https://www.who.int/es/health-topics/breastfeeding#tab=tab_2

Carolay Lobelo De Castro es Médico general, egresada de la universidad Simón Bolívar de Barranquilla, Colombia. Actualmente, cursa el máster de epidemiología y salud pública de la Universidad Internacional de Valencia, España.
 
 

Ilustración de portada: Ada Peña.