La historia del joven colombiano que sueña con ser astronauta y está a punto de lograrlo.
Con tan solo 10 años, Juan Sebastián Rubio vio partir a su mamá en un avión rumbo a los Estados Unidos. En su mente confusa e inocente sería sólo un corto viaje. Las noches en su Bogotá natal fueron entonces más frías de lo normal. No pasó un solo instante en que no la extrañara. El sufrimiento de la separación de la única persona que lo crió, su valiente madre que fungió también como padre, duraría dos años.
El día más esperado de su vida llegó finalmente en 2002. Sebastián pudo viajar a Miami gracias a los ahorros que su mamá acumuló como empleada doméstica y de limpieza. Poco tiempo después lo apuntó en una escuela pública y empezó a estudiar bajo un programa de enseñanza de inglés para jóvenes hablantes de otras lenguas (ESOL). Sin embargo, aprendió el idioma muy rápido y su adaptación al nuevo ambiente y cultura fue relativamente fácil.
Desde chico fue muy estudioso y tuvo ansias por aprender cosas nuevas. Siempre tuvo facilidad por el álgebra y las matemáticas. De hecho, mientras estudiaba la secundaria en Boynton Beach, Florida, comenzó a asistir a clases en la universidad, incluso cumplió con doce créditos. ¡Iba muy adelantado! Por eso, al terminar la secundaria en el 2009, le otorgaron dos becas para empezar la universidad.
Sin embargo, esa emoción duraría muy poco. Su estatus de inmigración le impidió recibir las becas y también apuntarse a la universidad. Sebastián aún recuerda esa noche como una de las más oscuras.
Pero pronto se secó las lágrimas, se armó con su mejor actitud y se convirtió en un hombre trabajador próspero e independiente. Mesero, empleado de hotel, conserje… lo que hubiera lo tomaba.
Así estuvo cuatro largos años hasta que en su buzón de correo encontró lo que le cambiaría la vida. Tenía 22 años cuando por fin recibió su tarjeta de residente permanente. No lo pensó dos veces y se inscribió en el Broward College, Davie, Florida, donde se graduó con honores en 2016.
¿Se acuerdan de la noticia reciente sobre el origen de los neutrinos de alta energía? Nosotros tradujimos el video explicativo, Visitante de una galaxia muy lejana, realizado por el Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Institute of Technology o Georgia Tech), una de las mejores universidades de los Estados Unidos. Bueno, es precisamente el Georgia Tech quien le abrió las puertas a Juan Sebastián para formarse como ingeniero mecánico, paso fundamental en el camino para convertirse en astronauta, su gran sueño.
Desde entonces, su área de investigación es la mecánica de fluidos. «Me apasionó la mecánica de fluidos cuando conocí el flujo compresible en un curso de mecánica de fluidos de ingeniería aeroespacial. Usar la teoría para entender el flujo sobre aviones y dentro de turbinas me dejó muy impresionado. Desde entonces me he dedicado a estudiar los fenómenos de fluidos», cuenta Sebastián. Y luego prosigue: «Una vez más me enamoré del tema cuando tomé un segundo curso en mecánica de fluidos en el departamento de ingeniería mecánica, donde aprendí la teoría detrás de la estática de fluidos, el flujo a través de tuberías, el flujo externo y aprendiendo a resolver las famosas ecuaciones de Navier-Stokes», recuerda con entusiasmo.
Ya casi termina el programa universitario, que por cierto no ha sido nada fácil. La dificultad no ha radicado en las enormes exigencias académicas, ya que Sebastián las sortea cómodamente, sino económicas. ¡El programa es carísimo! Son más de $50.000 anuales, contando matrícula, alojamiento, transporte, libros, etc.
Pero él está decidido a triunfar. Se atrevió a comenzar una campaña de microdonaciones para cubrir parte de los gastos. Al momento de escribir este artículo, está a tan solo $990 de alcanzar su meta de $6.000. En otros semestres, los fondos que ha levantado con esta misma estrategia han sido clave para él. El dinero recaudado lo ha ayudado a mudarse, a pagar cuotas, libros, viajes académicos, etc.
Una vez termine la ingeniería mecánica, comenzará un programa de doctorado en alguno de los muchos temas de su área. Siempre con su objetivo puesto en la exploración espacial y su sueño irrefrenable de convertirse en astronauta.
Sebastián inspira a jóvenes con dificultades. Es un magnífico ejemplo de superación. Es un formidable modelo a seguir por tantos niños latinoamericanos. Yo creo en él y lo ayudo con una microdonación ¿No lo harían ustedes también? Aquí está el enlace de su campaña: https://www.gofundme.com/astrosebastian.
Lo pueden encontrar también en Instagram como @astrosebastian y @astronautsebastian. En Twitter como @astrosebas.
Desde luego debemos hacer un reconocimiento especial a su madre, vivo ejemplo de todas las madres latinoamericanas.
A este chico nada lo detiene. Colombia tendrá su propia estrella en el cielo.
Todas fotos pertenecen a Juan Sebastian Rubio.
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Agradecimientos
La Fundación Persea agradece la infinita generosidad de sus patrocinadores: Carlos Ortega Sr., Sobella Mejías, My fit body project, Vicente Di Clemente (Estrella Gigante Roja en Patreon) y Two Foton Art.
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